"El caso Pormanove" y obsesiones patológicas en el set

Los horrores son como trenes. Uno puede ocultar a otro. Pensemos en la siniestra noticia que sumió el mes de agosto en el luto, y que "Le Nouvel Obs" reportó con un triste y hermoso reportaje de David Le Bailly : el "caso Pormanove", el nombre (falso) del hombre que murió casi en directo, durante una transmisión en línea, tras un interminable maratón de tortura y humillación, monetizado y dirigido por dos descerebrados que se presentaron como sus cómplices. Esta desgracia no fue suficiente en sí misma, y ​​otras tuvieron que seguirla. Pienso en la fascinante teoría que, dos días después del suceso, nos presentó un tal Antoine Diers durante la emisión de "Grandes Gueules" de RMC, buscando explicar las causas subyacentes de lo que acababa de ocurrir. Para él, este acto bárbaro era un claro producto de la "cultura de la escoria", que, como todos saben, tiene sus raíces en "una dimensión de la cultura magrebí de la humillación". Leyeron bien.

Tan pronto como se conoció, esta horrible y perturbadora historia planteó diversas preguntas. Se denunció ampliamente, y con razón, la locura de un internet desenfrenado, las ilusiones de dinero a cualquier precio y la gran miseria moral de un público dispuesto a contribuir a un fondo común para que el más insensato…

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